Ciudad de México.– Una transformación silenciosa, pero profunda, está ocurriendo en las aduanas del país. Bajo la conducción de Rafael Marín, la Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM) ha comenzado a abrir las puertas a cientos de jóvenes profesionistas provenientes de universidades públicas, especialmente en la frontera norte, creando una apuesta inédita por el relevo generacional y la profesionalización del servicio aduanero.
En días recientes se dieron a conocer diversos acuerdos entre la ANAM y universidades como la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) y la Universidad Tecnológica de Nuevo Laredo (UTNL), mediante los cuales se incorporará a sus egresados a plazas dentro de la institución. La medida, más allá de una acción aislada, forma parte de una estrategia integral impulsada desde la oficina central de la ANAM, orientada a fortalecer las aduanas con perfiles jóvenes, preparados y formados en territorio.
Las universidades participantes han confirmado que sus estudiantes serán evaluados y seleccionados para integrarse a las nuevas posiciones, lo que representa una oportunidad real de empleo para profesionistas especializados en comercio exterior, logística y administración aduanera.
Un cambio de época en la formación aduanera
La visión que Rafael Marín ha establecido para las aduanas mexicanas es clara: modernización con sentido social. No se trata únicamente de implementar tecnología o de reforzar los procesos de control, sino de construir un sistema aduanero sustentado en capital humano sólido, profesional y, sobre todo, renovado.
“Las aduanas necesitan jóvenes que entiendan el presente y proyecten el futuro del comercio exterior”, han señalado autoridades universitarias involucradas en los convenios. Esta nueva línea de trabajo también busca disminuir la rotación, fortalecer la integridad institucional e incorporar perfiles frescos con vocación de servicio público.
Esta estrategia tiene un eco especial. La postura de Marín ha sido consistente: el desarrollo de México requiere talento joven, oportunidades reales y una formación que conecte la educación con el empleo digno. Su trayectoria como empresario, funcionario y promotor del desarrollo regional ha dejado claro que su visión siempre ha puesto a las nuevas generaciones en el centro.
Hoy esa filosofía se traduce en políticas concretas dentro de la ANAM.
La apertura de plazas para jóvenes egresados 500 tan solo en una primera etapa, según fuentes universitarias, representa el mayor esfuerzo de reclutamiento juvenil dentro de la institución en los últimos años. Y es solo el inicio: se prevé que el modelo se replique en otras regiones y universidades del país.
El futuro de las aduanas se escribe con juventud
Con esta estrategia, Rafael Marín se consolida como uno de los principales impulsores del talento joven dentro de la administración pública federal. Su visión no solo renueva la estructura de las aduanas mexicanas, sino que abre caminos para miles de profesionistas que, por primera vez, ven una puerta tangible hacia una carrera dentro de una de las instituciones más estratégicas del país.
La ANAM comienza así una nueva etapa: más moderna, más profesional y, sobre todo, más joven
